Montar un negocio propio es muy estimulante y atractivo, hasta que aparecen la burocracia y todos los pasos administrativos que es necesario superar. En estas circunstancias, el apoyo de asesores externos cualificados suele ser una bendición. En este contenido, se repasan las claves del complejo procedimiento para emprender que es necesario afrontar en todos y cada uno de estos casos.
¿Por dónde empezar al montar un negocio?
Emprender suena muy bonito, pero es un camino plagado de desafíos y obstáculos. Las grandes recompensas que pueden aguardar al final del recorrido son muy estimulantes, pero la burocracia y los procedimientos administrativos resultan constantes desde el inicio. Con estímulo, motivación y el respaldo adecuado es posible culminar el procedimiento para emprender correctamente.
La inspiración es siempre el punto de partida. La idea de emprender puede proceder de diferentes fuentes: desde una pasión o habilidad particular hasta la detección de una necesidad no satisfecha en el mercado. Explorar nuestras motivaciones, buscar inspiración en otros emprendedores y abrirse a nuevas ideas y oportunidades son el caldo de cultivo idóneo para dar con la idea matriz.
Sobrevivir a la burocracia es la primera prueba de fuego común que los emprendedores encaran en su camino hacia el éxito empresarial. La sucesión de trámites administrativos acostumbra a ser lenta, complicada y desalentadora para quienes pretenden iniciar su propio negocio. Con frecuencia, exige mucho tiempo y recursos, lo que a menudo termina retrasando el inicio de la actividad empresarial. Además, la falta de claridad suele generar confusión y frustración.
Resumen del procedimiento para emprender
De forma ágil y sintética, esta es la guía de pasos que es preciso seguir para montar una empresa propia:
- Cancelar todas las deudas previas.
- Generar una idea y diseñar el plan de negocio.
- Seleccionar la forma jurídica del negocio.
- Registrar el nombre de la empresa.
- Obtener NIF / CIF.
- Redactar los estatutos sociales.
- Realizar la escritura pública de constitución.
- Llevar a cabo la inscripción en el registro mercantil.
- Abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa. En el caso de las sociedades, hay que depositar el capital social en esa cuenta.
- Contratar personal (si procede).
- Cumplir con la legalidad laboral. Por ejemplo, redactar los contratos de trabajo y dar de alta a los empleados en la Seguridad Social.
- Tramitar el alta en Hacienda.
- Cumplir con la declaración censal.
- Obtener la licencia de actividad, según el área de trabajo y el ayuntamiento.
- Empezar con el negocio.
Por supuesto, acceder a financiación a emprendedores es otra cuestión clave durante todo este proceso constitutivo.
Servicios de asesoría para emprendedores que comienzan
Recurrir a los servicios de gestoría es una decisión enormemente inteligente. No solo se gana tiempo y calidad de vida, sino que asegura un cumplimiento adecuado de todas estas obligaciones administrativas.
Contar con un asesoramiento profesional y experto en el área legal y administrativa es sumamente recomendable. Estos especialistas suelen guiar a los emprendedores a través del laberinto burocrático, ayudándoles a cumplir con los requisitos legales. Cuanto antes se supera esta fase, antes se puede centrar el emprendedor en su verdadero objetivo: impulsar un negocio de éxito.
Por ello, confiar en una asesoría para emprendedores cualificada es, casi, una necesidad desde el inicio. Cuando se trata de empezar a montar un negocio, Asesoría AG es un excelente aliado. Contactar con ellos sin demora allana el camino emprendedor desde su origen.